martes, 23 de febrero de 2010

¿Un nuevo vecino estelar?


A principios de junio de 1998, un equipo de científicos asombró a los astrónomos al dar a conocer una hermosa fotografía. En ella aparecen dos estrellas muy lejanas a la Tierra, que emiten gran cantidad de luz, y de las cuales "surge" un larguísimo filamento de luz. Al final de este filamento apareció un pequeño punto luminoso, nunca antes visto.

De inmediato, el equipo elaboró una hipótesis: se trataría de un planeta, el primero fuera del Sistema Solar que ha sido registrado por un instrumento humano. No todos los científicos están de acuerdo con esta idea, y las explicaciones son muy diversas. Todavía no existen datos que puedan confirmar alguna teoría por sobre otras.

En el Universo existen millones de estrellas. Si sólo algunas de ellas tuviesen, como nuestro Sol, un sistema planetario orbitando a su alrededor, no sería difícil que allá afuera hubiese cientos de planetas en algún lugar del vasto espacio estelar. Al menos, eso es lo que piensan los científicos.

Pero el caso es que, aunque cada año se fotografían decenas de rincones del cosmos, nunca se ha fotografiado a un planeta fuera del Sistema Solar. Nunca... hasta ahora.

En agosto de 1997, Susan Terebey, de la Corporación de Investigación Extrasolar (California, Estados Unidos), estaba estudiando unas imágenes captadas por un instrumento del telescopio espacial Hubble. En ellas se mostraba un par de estrellas jóvenes de la constelación de Tauro, situadas en una zona de formación de estrellas de la vía láctea, a unos 450 años luz de la Tierra. Pero lo que atrajo a Susan y a su equipo no fueron las estrellas, sino un larguísimo y extraño filamento de luz que emergía de ellas, al final del cual se distinguía con mucha claridad un objeto luminoso.

En primer lugar, lo que vemos en la imagen puede ser sólo una ilusión óptica. El posible planeta parece estar cerca de las estrellas, pero en realidad podría estar a años luz de ellas, mucho más atrás... o más adelante. En este caso, el ángulo en que fue tomada la fotografía sería determinante para ver una relación que, en la realidad, podría no existir.

En segundo lugar, el objeto podría no ser un planeta sino un enana café: estrella con una masa compacta de hidrógeno que no tuvo la gravedad suficiente para comenzar su proceso de fusión nuclear.

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